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introducción                                                                                                        català   


La sostenibilidad es un concepto transversal, amplio y complejo que alcanza los ámbitos ambiental,  técnico, económico, social y cultural para garantizar un bienestar humano y planetario. Y lo hace desde dos líneas de actuación:

La primera habla de la interacción profunda entre la escala local y global. Hay que tener una visión de escala global para poder actuar localmente. Y a la inversa, toda acción local repercute sobre la escala global.

Y la segunda nos habla desde la escala del tiempo. Nuestra sociedad presente tiene que desarrollarse sin malograr los recursos y el bienestar de las generaciones futuras.

La arquitectura ha sido históricamente sostenible: ha tenido en cuenta las condiciones climáticas y del entorno (sol, vegetación, lluvia, vientos), ha sido construida con los materiales próximos y naturales y ha proporcionado unos estándares mínimos climáticos para sus usuarios.  Y ello ha sido básicamente por las limitaciones tecnológicas y por no disponer de una energía barata como lo han sido el petróleo y sus derivados.

Construir hoy en día arquitectura sostenible significa redescrubrir las relaciones con el entorno (sea natural o urbano), reducir el consumo energético y minimizar las instalaciones climáticas, reducir el impacto ambiental de la edificación, ofrecer el máximo bienestar al usuario y garantizar una permeabilidad interior-exterior que aproxime al usuario al entorno, a sus valores paisagísticos y climáticos y entender que forman parte de la vida cotidiana y de la propia existencia humana.

La arquitectura la podemos definir como nuestra tercera piel. Y por ello, además de protegernos de las inclemencias climáticas y de interactuar con el entorno, también debe brindarnos una satisfacción emocional necesaria para nuestro equilibrio psicológico y garantizar nuestra salud física.

Pero la arquitectura también es la piel de nuestras ciudades. La envolvente arquitectónica puede mejorar el entorno urbano si se diseña desde el principio.  Introduciendo el factor verde en fachadas y cubiertas mejoramos las condiciones ambientales, pensando las fachadas con materiales absorbentes acústicos podemos ayudar a reducir los niveles de inmisión acústica en los espacios públicos, estudiando los acabados de los edificios y la reflexión de la luz solar podemos mejorar los niveles lumínicos del espacio público, etc.

Desde la práctica profesional siempre hemos defendido la capacidad de la arquitectura para mejorar nuestro entorno inmediato y también nuestro entorno ambiental. Se hace necesario reintroducir-repensar  la sostenibilidad en la arquitectura desde las necesidades actuales y desde una perspectiva globalizada.