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impactos                                                                     català  

La actividad edificatoria tiene una gran responsabilidad sobre los impactos ambientales: el consumo energético debido al funcionamiento de los edificios, la energía incorporada en los materiales (aquella que ha sido necesaria para la elaboración del producto, su transporte en obra y su ejecución), la producción de gases de efecto invernadero derivados del consumo energético, la sobreexplotación de los recursos naturales, la generación de residuos, etc.

Para hacernos una idea de la envergadura de estos impactos, a continuación se indican de forma aproximada los más relevantes en la edificación y los posibles conflictos geoestratégicos que están causando:

Impacto de la energía: el 40% del consumo energético global (con preponderancia de las energías fósiles) corresponde a la edificación y de todos es conocida la desestabilización política y el fomento de guerras que ha provocado el control de las energías fósiles.

Impacto del agua: el 17% del consumo global del agua corresponde a la edificación. Dado el incremento del consumo de agua dulce y su mayor escasez, se prevé que en el siglo XXI se generen múltiples conflictos geoestratégicos y que la mayor desertización del planeta provoque una emigración estimada de población de más de 200.000.000 de personas para el año 2050.

Impacto de los residuos: el 40% del total de los residuos globales son generados por la edificación. Lo que en un principio es un residuo antes ha sido una materia prima que se ha obtenido de los recursos naturales del planeta. Lo que nos indica el poco nivel de reutilización y reciclaje que existe en el mundo de la edificación. Además, si no existe una legislación adecuada que vigile la deposición controlada de los residuos, éstos acaban diseminados de forma peligrosa en el territorio. Y esto se agrava cuando hablamos de residuos peligrosos que pueden llegar a afectar a los acuíferos y por tanto a la salud humana.

Impacto en la obtención de recursos naturales: el 40-50% del consumo global de los recursos materiales extraídos de la naturaleza corresponden a  la edificación.
El 25% corresponde a la extracción de madera, conociéndose el impacto ambiental que está teniendo la sobreexplotación maderera en la desertización de las selvas tropicales, así como la persecución de determinadas tribus que luchan por su hábitat natural y por sus derechos humanos.

La explotación de recursos energéticos fósiles debido a la “adicción energética” de nuestra civilización, está generando enormes impactos ambientales: grandes explotaciones petrolíferas en Sur América en medio de la selva amazónica con grandes áreas contaminadas, la explotación de arenas bituminosas en la China o en Canadá que devastan el paisaje e introducen substancias químicas en el subsuelo.
Pero también está fomentando problemas geopolíticos y de incumplimiento de los derechos humanos en los grandes países productores de petróleo que no gozan precisamente de regímenes democráticos.

Impacto de las emisiones de CO2: más de un tercio de la producción de CO2                      mundial corresponde a la edificación durante su uso y ya es conocido su efecto invernadero en el clima planetario y la consecuente desertización, hambrunas y desplazamientos que provocará sobre millones de personas.

Impacto de la energía gris: corresponde al 25% aproximadamente en los edificios con  una vida útil de 60 años en  Catalunya[1] del total de energía en su ciclo de vida (elaboración y transporte de las materias primas, ejecución del edificio, uso del edificio y deconstrucción del edificio).

A través de nuestras decisiones profesionales, sin quererlo, estamos propiciando determinadas situaciones de injusticia social y contaminación planetaria. Por ello, el profesional de la arquitectura debe hacer un esfuerzo para ampliar sus conocimientos sobre los materiales, los sistemas constructivos y las tecnologías para minimizar estos impactos. En este sentido, creemos que nunca fue tan cierto para ejercer la profesión de arquitecto la incorporación del lema “pensar globalmente y actuar localmente”.



[1] “Los flujos de la energía en la edificación. Albert Cuchí, 2003